El todo es mas que la suma de las partes!

Capaz que después de un tiempo la vida entera se te hace callo. O callo, de callar. O Cayó, de caer! La opción esta en la sensación o en revertir las situaciones, o no, o en degenerar las estructuras, o no, o en ser más. Ahí está la maldita opción, en ser más que los prejuicios, que los monumentos a la inconstancia, que la bronca, que el dolor. Ser más que todo eso es lo que nos puede salvar la vida. Ser una expresión diferente es lo que nos va a permitir otra cosa. Ser más que la suma de las partes, ser el todo, con toda la complejidad que conlleva ser el todo en sus raíces y estructuras, sus puentes

y cicatrices, sus voy y vengo, sus yo y sus tu, pero de forma homogénea. La suma de las partes es menos que lo que somos enteros, la suma de las partes es estática, confusa e imposible de relacionar, es una mentira que miente, una acción que acciona, una bronca que mata, un monstruo con 4 brazos y 10 ojos. Pero nosotros somos otra cosa, somos todo eso, pero somos más. Somos, capaz, la sonrisa del monstruo, la acción indecisa, la bronca que llora. O la mentira piadosa, la vejez del monstruo, la acción a medias, la bronca que duele. Se puede ser el todo dejando de lado la suma de las partes, se puede querer otra opción. O no, y entonces no somos más que el callo.